El hidrógeno es un gas industrial que se está convirtiendo rápidamente en un componente vital de nuestras opciones para consumo de energía.
Linde está a la vanguardia de esta transición; a medida que la tecnología continúa evolucionando, el hidrógeno tiene el potencial de ser instrumento como combustible de transporte de bajas emisiones de carbono así como en el almacenamiento de energía para equilibrar la red eléctrica, proporcionando energía de respaldo bajo demanda y generación de energía primaria.
El hidrógeno se desarrolla a la par de la tecnología.
La categoría de emisiones de carbón está evolucionando del hidrógeno gris de hoy, (que es el hidrógeno producido a partir de materias primas de hidrocarburos donde se emite dióxido de carbono a la atmósfera) a una categorización azul o verde donde el hidrógeno se produce a partir de fuentes renovables o de bajo carbón, o una combinación entre ellas.
Linde como líder de la industria en la transición al hidrógeno limpio, se suma al plan de transformación en México encaminados a la visión 2050. Hoy en día, Linde representa el 55% del mercado mexicano de hidrógeno mercantil.(1). En el mundo, Linde opera 80 plantas de electrólisis de hidrógeno, con más de 190 estaciones de servicio de hidrógeno.
Fuente:
(1) Sociedad Mexicana del Hidrógeno AC. Informe de la Alianza Energética: México – Deutschland. Hidrógeno verde en México: el potencial de la transformación. Tomo I: Contexto nacional e internacional del hidrógeno verde.
Categorías del hidrógeno:
Tipos de hidrógeno según su proceso de producción:
Hidrógeno gris
En la industria, el H2 producido a partir de gas natural o derivados del petróleo donde no se capturan las emisiones de dióxido de carbono se denomina hidrógeno gris.
En el proceso de reformado convencional de metano con vapor (SMR), donde el gas natural se separa en sus componentes, es un proceso químico eficiente y confiable. En el proceso de producción se emite dióxido de carbono, lo que genera una huella de carbono para el hidrógeno producido.
Aplicaciones de energía y descarbonización
El hidrógeno como parte del proceso de fabricación de combustibles tradicionales ayuda a hacerlos más sustentables al reducir los contaminantes atmosféricos. El hidrógeno es la fuente de energía en celdas de combustible que se utilizan para alimentar automóviles, autobuses, camiones, ferrocarriles, barcos y aviones, o bien como energía de respaldo en módulos estacionarios.
El hidrógeno no sólo es una fuente de energía sino que también se puede utilizar para almacenarla. Esto es particularmente aplicable en el respaldo de la energía producida a partir de turbinas eólicas y paneles solares. El exceso de energía renovable se puede utilizar para producir hidrógeno, que a su vez se puede almacenar en grandes cantidades para su uso posterior. El hidrógeno almacenado se puede distribuir a través de diversos canales para destinarse a una amplia gama de aplicaciones de descarbonización, desde la reducción de las emisiones de combustible en el transporte vehicular, hasta ayudar a reducir la huella de carbono en las industrias tradicionalmente intensivas en carbono.
El hidrógeno se utiliza como materia prima para la producción de amoniaco, metanol, peróxido de hidrógeno, polímeros y disolventes. Se utiliza para hidrogenar grasas y aceites, en la producción de vitaminas, procesos químicos y otros productos farmacéuticos. El hidrógeno también se utiliza como ambiente inerte o reductor para el tratamiento de metales, fabricación de vidrio y soldadura.